Un día como hoy, pero de 1991, fue asesinado el periodista Santiago Leguizamón por sicarios en Pedro Juan Caballero, zona fronteriza entre Paraguay y Brasil.
Su hijo, Dante Leguizamón, recordó que él tenía 13 años cuando ocurrió el luctuoso suceso. En este sentido, lamentó lo ocurrido explicando que era una edad en la que el vínculo familiar y el contacto con la figura paterna le hizo mucha falta, incluso transcurrido un largo tiempo luego de la muerte de Santiago.
Dante dijo que el asesinato de su padre ha dejado una enseñanza “muy fuerte” al periodismo paraguayo, ya que muchos profesionales del medio lo han tenido como su “bandera” en la realización de su trabajo.
Sin embargo, criticó que, a casi tres décadas de lo sucedido, ni la Justicia ni ningún gobierno se haya abocado a brindar mayor protección a los trabajadores de prensa, especialmente a quienes trabajan en zonas de conflicto y donde grupos criminales acaparan territorios. “Recién 27 años después podemos decir que se ha condenado a un autor moral”, expresó en comunicación con La Unión R800 AM, en referencia al exintendente de Ypehû, Vilmar Acosta, condenado a 39 años de cárcel luego de que se lo haya encontrado culpable moral del asesinato del periodista del diario ABC Color Pablo Medina.
Con relación al tema judicial en el que quedó el caso del asesinato de su padre, Dante explicó que en conjunto con la CODEHUPY, la FOPEP y el Sindicato de Periodistas del Paraguay (SPP) y otras instituciones, han enviado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han presentado una denuncia para que se expida y dictamine sobre la responsabilidad de nuestro país con relación a las violaciones de libertad de expresión y a la vida de Santiago Leguizamón.
Así mismo, el documento incluye situaciones posteriores al asesinato, citando como ejemplo “malos tratos” de parte de la administración judicial a los familiares de la víctima.
De hecho, repudió que el asesinato continúe “en total impunidad”, recordando que los mismos autores materiales confesaron el hecho en el Brasil e inclusive dieron nombres de quiénes fueron los que encargaron el crimen.
En este orden, manifestó que los hombres que habrían pagado por el asesinato de Santiago Leguizamón fueron el hijo y el sobrino de Fahd Jamil, conocido narcotraficante brasileño. De hecho, mencionó que el actual presidente de la República, Horacio Cartes, el entonces Ejecutivo, Andrés Rodríguez, y el propio Jamil tenían negocios juntos en la zona fronteriza de Amambay.