Sandra Quiñónez fue la fiscal del caso del asesinato del periodista Pablo Medina y su acompañante Antonia Almada, por el cual el exintendente de Ypejhu, Vilmar “Neneco” Acosta, fue hallado culpable y condenado a 39 años de prisión, sentencia dada ayer.
En comunicación con La Unión R800 AM, Quiñónez destacó que el proceso fue “del trabajo en equipo entre el Ministerio Público y la Policía Nacional y se terminó con el resultado que toda la ciudadanía anhela”. “Estoy muy satisfecha con la labor”, resaltó.
Indicó que hubo factores determinantes para declarar culpable y condenar a Vilmar Acosta, como la declaración de la sobreviviente en el ataque, Juana Ruth Almada, hermana de Antonia y quien se salvó de ser asesinada tras ocultarse en el asiento trasero y “haciéndose la muerta”. “Ella fue la primera persona que reconoció a Wilson Acosta como autor de los disparos que acabaron con la vida de Pablo y su asistente”, dijo, añadiendo que también se contó con “la declaración de un coronel de la nación que era el jefe de destacamento de Ypejhu”. En ese orden, también citó las pericias realizadas por el laboratorio forense “de las que se pudo extraer mensajes vía Whatsapp en los que se leían que le pedían a Pablo que tenga mucho cuidado, esos textos son de cuatro días antes de su muerte”. Así mismo, expuso que se contó con un gran trabajo del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía Nacional, que “estableció perfectamente cómo ocurrieron los hechos”.