Pone en relieve que el impacto de la enfermedad es muy grande y que nunca había visto algo similar en epidemias que le tocó vivir por otras causas en el vecino país. Ello, por la gran incidencia a nivel de salud y social, además del requerimiento de una importante inversión económica para los tratamientos específicos y la necesidad de cuidados intensivos, por las complicaciones neurológicas.
Comenta que, cuando se identificó una enfermedad exantemática, no se sabía que el Zika estaba circulando en Brasil, entonces en algunos Estados se comenzó a investigar varios virus, entre ellos Zika. “En aquella ocasión no se valorizó mucho desde el punto de vista de salud pública porque era considerada una enfermedad leve y no se sabía que tenía comprometimiento neurológico ni que podría causar problemas congénitos si lo padecía una embarazada. Sólo después de que comenzaron a aparecer estas complicaciones, las autoridades de salud comenzaron a accionar y fue creado un sistema de vigilancia y cuidados para esas situaciones, tanto para el Síndrome de Guillain Barre como de microcefalia”, señala, al tiempo de referir que la mayoría de las embarazadas que adquirieron el virus fue expuesta en marzo, abril y mayo del 2015. Es decir, el virus circula en Brasil ya desde hace un año.
Prueba de sangre dentro de los primeros 5 días
El profesional alerta a las autoridades de salud a encaminar a las personas que manifiesten estos síntomas dentro de los primeros cinco días a que se realicen la prueba de sangre para investigar si existe la introducción de un nuevo virus como Zika y, una vez identificada la introducción en las comunidades, que desencadenen una alerta para las embarazadas, de manera a que no se expongan a los mosquitos y se protejan de todas las formas como fuera posible. Insta al uso de telas metálicas en las casas, mosquiteros, repelentes y que las personas cuiden sus espacios para evitar que la proliferación de mosquitos sea muy grande, eliminando criaderos.
Sistema de vigilancia activa a embarazadas
Ante esta situación, el experto indica que en Brasil se estableció un protocolo para embarazadas, quienes deben buscar atención en Unidades de Salud de la Familia o en el puesto más próximo a sus casas en los primeros 5 días de exantema, para colectar una muestra de sangre. Una vez confirmado como positivo, ellas pasan a ser acompañadas por un sistema prenatal.
“Es un problema social”
El doctor remarca que en su país muchas embarazadas padecieron la infección al mismo tiempo y tuvieron bebés con problemas. “Eso desestructura familias. Exige una dedicación muy grande de esas madres para el cuidado de los niños con secuelas definitivas. Todavía no sabemos cómo esos niños van a desenvolverse a lo largo de su vida pero ciertamente van a tener complicaciones, que exigen una estructura multidisciplinaria muy grande del país para dar soporte a todos los cuidados que necesitan”.
Demócrito Miranda señala que el Zika afecta a la familia y a todo el sistema de salud, el cual debe ser reestructurado para dar soporte y asistencia a estas personas, desde el punto de vista psicológico, social, asistencial y en medicamentos.
“En Brasil, esta epidemia comenzó en agosto del 2015. No tenemos números exactos sobre personas afectadas por el virus, porque en el inicio de la epidemia, los datos fueron computados como Dengue. Se considera que hubo una gran epidemia de Dengue en el 2015, cuando la verdad un gran número de esos casos fue de Zika. Actualmente, el Ministerio de Salud de Brasil tiene computados los números de casos de microcefalia, que ya pasan de 4.000 sospechosos”, detalla.
El profesional forma parte de una comitiva que se encuentra en nuestro país como parte del apoyo de la OPS/OMS a los esfuerzos que el Paraguay está realizando ante el Zika, para el fortalecimiento de la capacidad de respuesta al virus.
Entre los objetivos de la visita de los expertos figuran proporcionar una guía técnica para fortalecer la vigilancia virológica actual y facilitar la aplicación de técnicas de laboratorio como serología, adaptadas a la situación epidemiológica actual; así como colaborar en la preparación de los servicios de salud en la respuesta al virus Zika, en particular para proporcionar los cuidados adecuados a los pacientes con manifestaciones neurológicas graves. Igualmente, contribuir en la revisión de los protocolos de investigación, atención clínica y seguimiento de los pacientes con manifestaciones neurológicas relacionadas con el Zika (Síndrome de Guillain Barre, microcefalia y otras malformaciones del Sistema Nervioso Central).