Nos remontamos hasta el año 1998, específicamente en septiembre. El cuento popular habla de una pareja de enamorados quienes, en horas de la noche, ingresaron a un huerto en cercanías de la granja Kandiré.
Grande fue la sorpresa cuando los gritos de la mujer alarmaron a todo el vecindario y la pareja de jóvenes salía huyendo del huerto. Ambos asegurando que una extraña nave con luces brillantes sobrevoló el sitio. Supuestamente un OVNI aterrizó y quedó una gran huella quemada en forma circular en el terreno.
La anécdota fue bien aprovechada por el artista Cecilio Thompson (1968-2006), para ilustrar semejante historia en una pintura, que hasta hoy se exhibe en el pueblo y llama la atención de cuan turista se pase a lado.
El ilustre Koki Ruíz agrega al relato que el impacto de dicha noticia fue tal, que 15 días después se hicieron eco las radios de San Ignacio, y otros 15 días después llegó a los medios escritos de la capital del país. Entonces “parecía que cada 15 días a Tañarandy llegaban los OVNIs”, comentó recordando la época.
Hoy en día la fotografía del cartel intriga cada tanto a los usuarios de redes sociales, inmortalizando la ‘amistad’ entre los habitantes de Tañarandy y los seres de otros mundos.
La ‘mágica’ ciudad se encuentra en el departamento de Misiones, a 231 km de Asunción, capital del Paraguay.