Desde la Dirección General de Vigilancia de la Salud, el Dr. Guillermo Sequera recomienda a todos los médicos a llevar a cabo el diagnóstico diferencial de viruela símica y realizar la toma de muestra, de manera de que si la lesión no es viruela símica, puede tratarse de varicela o cualquier otra enfermedad que requiera tratamiento.
“Si no se está buscando viruela símica, va a ser difícil encontrarla. El sistema de salud tiene que estar atento, pendiente y sospechar cuando ve alguna lesión en piel” señaló, el Dr. Guillermo Sequera.
Por otra parte, manifiesta su preocupación ante el aparente silencio epidemiológico que se experimenta en el país, teniendo en cuenta que ya se registran casos en la región. Esto presume que la gente no está consultando, por el estigma que supone la enfermedad. Si este fenómeno se está dando, considera que resultará aún más difícil detectar los casos.
“Es momento de sincerarse con las lesiones de la piel y no minimizarlas, principalmente si aparecen en los genitales”, explicó el director general de Vigilancia de la Salud.
En este contexto, el médico pide a la ciudadanía acudir a la consulta oportuna ante la aparición de éste u otros síntomas asociados con la viruela símica, utilizando mascarilla y ropas que cubran las lesiones.
Expone que, en la mayoría de los casos, las lesiones son dolorosas y las mismas pueden estar diseminadas por todo el cuerpo, aunque lo que más se está viendo son lesiones localizadas.
Así también, aclara que el contacto sexual no es la única vía de transmisión, pero sí la de más alto riesgo. Destaca que el contacto físico, piel con piel, con personas infectadas es el factor principal para la propagación de la enfermedad.
El contagio puede darse con un simple apretón de manos, a través de un abrazo o al dar besos. También puede transmitirse el virus por elementos contaminados con la infección, al compartir mate o tereré, vaso, utensilios, ropas, sábanas, toallas u otros objetos que pudieron estar en contacto con la lesión del enfermo.
Es importante resaltar que el grupo de mayor vulnerabilidad para adquirir las formas graves de la viruela símica es el de los inmunocomprometidos o que se encuentran con la inmunidad disminuida, principalmente las personas con VIH, las que tienen cáncer y aquellas que presentan desnutrición severa.