“Me siento con muy buena salud, pero con mucho rabia por lo sucedido con estas dos irresponsables”, expresó Villarejo en diálogo con La Unión.
El parlamentario señaló que es posible analizar las conductas de ambas bajo el uso de influencias de parlamentarias para haber viajado cuando la circulación por nuestro país ya estaba restringida (luego del 11 de marzo) y luego para no cumplir la cuarentena correspondiente al volver a Paraguay (Medina, el 15 de marzo, y Bajac, el 16 de marzo).
Por lo tanto, ambas podrían ser sometidas al artículo 201 de la Constitución Nacional, sobre la pérdida de investidura sobre el uso indebido de influencias.
Antes, Villarejo prefiere contar con las muestras de COVID-19 realizadas a las dos congresistas antes de tomar alguna decisión. Indicó que “se generaría un caos” en el Congreso de ser así, ya que ambas recientemente estuvieron en sesiones de sus cámaras correspondientes. “Lógicamente que preocupa. La cuestión es estar atento a todo lo que venga sucediendo a partir de ahora”, expresó.
Dejó en claro que, cuanto menos, ambas fueron imprudentes por no haber avisado a sus respectivas colegas acerca del viaje.