Villamayor comentó que el lugar en la que se realizó el procedimiento contaba con varios “kapangas” (cuidadores de plantaciones de droga) y que, de hecho, luego de abatir a los que señalan como miembros del Comando Vermelho, se procedió a la destrucción de las hectáreas de marihuana que se hallaban en el sitio.
Sobre el punto, comentó que, de acuerdo a las investigaciones, en el lugar se embalaban drogas como cocaína y marihuana que eran puestas en doble fondo de vehículos para llevarlas al Brasil.
Consultado sobre por qué se realizó un operativo con presencia de mujeres y niños en el lugar, el ministro del Interior dijo que no tenían conocimiento que en el lugar estaban estas personas. No obstante, afirmó que eso es “normal” de parte de grupos criminales vinculados a drogas, ya que “habitualmente los utilizan como escudos”.
Por otro lado, manifestó estar a favor de que las familias de los abatidos hayan presentado denuncias por el caso, en las cuales aseguran que las víctimas fueron “ejecutadas”. “Nosotros estamos absolutamente tranquilos. Se hizo un trabajo minucioso de inteligencia por más de 90 días para poder hacer este operativo”, dijo Villamayor, añadiendo que los policías procedieron “debidamente uniformados e identificándose como agentes”.
Las personas abatidas en el operativo fueron identificadas como Pablo Javier Ocampos, Silvino Arce, Elso Ribeiro, Rubén Portillo y Richard Fernández. Cuatro de los fallecidos recibieron disparos en la cabeza y la espalda.