El lento paso vehícular acostumbrado en San Lorenzo se convirtió en un caos hoy en el mercado de la ciudad tras las manifestaciones de los vendedores que no quieren ser desalojados de las calles.
Una resolución de la Intendencia emitida en el 2015 ya determinaba que todas las calles del mercado de San Lorenzo debían ser liberadas de puestos de venta. Con esto se permitiría una mejor circulación de vehículos. Unos 1.200 puestos y 4.000 trabajadores se verían afectados tras esta medida, denunció Víctor Cantero, representante de la asociación de comerciantes de la zona.
El centro de las protestas contra del municipio se basa en la ausencia de un lugar para reubicarlos. Según Cantero, los vendedores no están en contra de que se los saque de las calles, pero reclaman un lugar adecuado para asentarse y seguir con su trabajo. Para la mayoría es la única fuente de ingreso y muchos dependen de lo que venden en el Mercado para llevar un plato de comida a sus hogares.