Así, se probará en todas las líneas y rutas con el objetivo de evaluar su comportamiento en todos los casos posibles de carga de pasajeros, velocidad y autonomía, entre otros aspectos.
Antes de la conferencia de prensa en la que se hizo la presentación del programa piloto, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, y la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, hicieron un breve viaje inaugural y rodearon la plaza Independencia de Montevideo, frente a la sede de la Presidencia.
La titular de la cartera de Industria explicó durante la presentación que la inversión acumulada necesaria para sustituir la flota de autobuses que utilizan combustibles fósiles por unidades eléctricas en la próxima década se estima en unos 750 millones de dólares.
“El ómnibus eléctrico consume por cada kilómetro recorrido la tercera parte de la energía que consume el de gasoil y en términos de costos la relación es de uno a ocho (…), quiere decir que cuesta ocho veces menos por kilómetro (…) que el consumo con el combustible de gasoil”, subrayó la ministra.
En cuanto al impacto medioambiental, Cosse apuntó que las emisiones de anhídrido carbónico en Uruguay se deben en un 80 % a temas agropecuarios y el 20 % a temas energéticos. De estos últimos, el 55 % de los mismos “provienen del transporte”, añadió.
Además, indicó que otro efecto positivo de la implantación de una flota eléctrica en el transporte urbano es la reducción del ruido, lo cual genera “ambientes más agradables”.
En la presentación también estuvo Juan Salgado, presidente de Cutcsa, empresa que concentra la mayor cantidad de unidades y líneas del sistema de transporte de Montevideo, donde vive casi la mitad de los 3,4 millones habitantes del país.
“Lo que nos va a interesar es que la autonomía (del autobús eléctrico) sea, como mínimo, la de dos turnos de trabajo, que son aproximadamente 220 kilómetros”, dijo Salgado, que añadió que la autonomía teórica del vehículo -fabricado por la empresa china BYD- es de 250 kilómetros.
Otro aspecto que se evaluará será el tiempo para la recarga de las batería del autobús.
Según explicó Salgado, el tiempo promedio en el que reposta un autobús convencional es de un minuto e indicó que, debido a sus características, será necesaria una infraestructura diferente para la recarga del ómnibus eléctrico, si bien destacó que ya hay establecida una estación para esa tarea.
“Creemos que esto es un paso importante para poder abaratar en el futuro el precio del boleto”, apuntó el empresario en relación a los sucesivos aumentos que ha experimentado el precio del billete en los últimos meses en Montevideo.
Esta iniciativa para fomentar el transporte colectivo ecológico, se enmarca en la apuesta del Gobierno uruguayo por las energías renovables.
Cosse explicó que actualmente el 40 % de la matriz energética del país suramericano procede de la biomasa, el 13 % de las centrales hidroeléctricas, el 3,4 % de la energía eólica, el 0,1 % de la solar y el 42,5 % del petróleo y sus derivados.