El Gobierno del Estado de Ceará comunicó que la universidad pública ya hizo con “éxito” pruebas en ratones y ahora solicitó a la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) el permiso para la realización de las tres fases de estudios en humanos.
La HH-120-Defenser, como se llama la vacuna, se suma a la Butanvac, del Instituto Butantan, y la Versamune, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP) -la mayor institución de educación superior- en la ciudad paulista de Riberao Preto, que también esperan el aval para ser probadas en humanos.
Las tres vacunas y otras más que se puedan desarrollar localmente tendrán producción de sus propios insumos en Brasil y podrán ser exportadas a países vecinos, según anunció en marzo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovaciones.
El gobernador de Ceará, Camilo Santana, citado en un comunicado, indicó que la vacuna financiada con recursos públicos se suma a otras iniciativas surgidas en esa región para el combate a la pandemia del coronavirus en el país, como el casco Elmo, un equipo de bajo costo que redujo el uso de ventiladores mecánicos.
La Uece señaló que a partir del aval de la Anvisa se dará comienzo a la fase uno de pruebas con cien pacientes adultos entre 18 y 60 años sin enfermedades preexistentes y luego en la segunda etapa con mayores de 60 años y de riesgo.
La última fase se realizará con “miles de personas con perfiles diversificados”.
El inmunizante, según la institución universitaria, fue creado a partir de “un coronavirus aviario atenuado, que está en el mercado hace décadas, muy parecido al SARS- CoV-2, capaz de inducir una respuesta inmunológica protectora contra el nuevo coronavirus y que no causa infección en seres humanos”.
FALTA DE VACUNAS
Brasil, uno de los tres países más afectados por el COVID-19 en el mundo junto a Estados Unidos e India, superó este martes las 425.000 muertes asociadas a el COVID-19 y acumula más de 15,2 millones de casos confirmados.
A pesar de más de 70 millones de dosis distribuidas y casi 50 millones de ellas aplicadas, el país ha inmunizado con dos dosis solo al 7,2 % de su población y algunas localidades han tenido que suspender y luego retomar la vacunación por falta de inmunizantes.
En el país se utilizan las vacunas Coronavac, de la farmacéutica china Sinovac y el laboratorio público brasileño Butantan, que responde por casi el 80 % de la vacunación, y la Covishield, del anglo-sueco AstraZeneca y la universidad británica de Oxford en asociación con la estatal brasileña Fiocruz.
La semana pasada comenzaron también a ser aplicadas las primeras dosis importadas de la vacuna Cominarty, del consorcio estadounidense-alemán Pfizer-BionTech, y el país espera a través de la plataforma Covax Facility la llegada de otros inmunizantes avalados por los reguladores norteamericanos, europeos o el japonés.
Con información de EFE.