Fue un momento de terror absoluto para los vecinos del barrio San Felipe, parte de la Chacarita, en Asunción del Paraguay. Entre la intersección de las calles Perú y Artigas, un grupo de 238 hinchas de Boca Juniors sembraron el pánico al protagonizar robos y hechos vandálicos en su camino al estadio Defensores del Chaco, donde su equipo enfrentaba a Cerro Porteño por los octavos de final de la Copa Libertadores.
Estela Lugo, una residente del lugar, vivió el desastre desde adentro. Había salido con su nieta a comprar comida para la cena y se encontró con una barbarie, con piedras, disparos, robos de dinero y enfrentamientos con la Policía. Fue agredida y tuvo que recurrir a un desconocido para salvar su vida y la de su nieta.
“Salí con mi nieta a comprar y, de repente, se bajaron los de Boca (de los buses) y empezaron a insultar. Los vecinos les pidieron que se vayan pero empezaron a tirar piedrazos. Entraron en el negocio donde yo estaba comprando mi cena para robar cerveza y dinero a punta de pistola“, relató.
“EL DUEÑO TUVO QUE METER A SU HIJO DEBAJO DE LA CAMA MIENTRAS LE ROBABAN LA CERVEZA Y LA RECAUDACIÓN”
Sobre la triste escena que vivió dentro de ese local, la víctima detalló que “el dueño tuvo que meter a su hijo debajo de la cama mientras le robaban la cerveza y la recaudación” y, como si fuera poco, que “le quisieron entrar a la casa a una señora, pero no pudieron porque tenía rejas”.
Según su testimonio, hubo tiros y la Polícia se vio desbordada: “Empezaron a disparar y nosotros con las criaturas en la calle. Había policía, pero eran cuatro buses y una sola patrulla. A los policías de la patrulla les pegaron, a uno le rompieron toda la boca. Los policías tiraban al aire, mientras los hinchas de Boca querían entrar en todas las despensas con pistolas. Destrozaron todo a su paso.”
“A LOS POLICÍAS DE LA PATRULLA LES PEGARON, A UNO LE ROMPIERON TODA LA BOCA”
Lo más conmovedor de su historia es que se tuvo que “meter en una casa ajena” para que su nieta no termine lastimada, lo que no evitó que ella recibiera un golpe: “La alcé a mi nieta y ellos empezaron a tirar botellas, una me pegó en la espalda.”
Vía: Infobae