Más allá de los 400.000 fieles que participaron hoy en la misa del Papa Francisco en el Parque O’Higgins, hubo otra cantidad de chilenos que expresó su reclamo al Pontífice por su inacción ante los obispos que aparentemente encubrieron al sacerdote pederasta Fernando Karadima.
Ayer, un grupo de manifestantes intentó obstaculizar el paso del Papa móvil. Y hoy, mientras volvía de camino del Parque O’Higgins, alguien le lanzó un periódico que le pegó de lleno en el rostro del lado izquierdo, informó el periodista Luis Alejandro Escares.
Para ingresar al lugar de la misa hubo control de metales y no se podía entrar con objetos considerados peligrosos, por eso no le habrían tirado con algún elemento más contundente, explicó Escares.
Las críticas principales contra el Papa en Chile se basan en su cercanía a tres sacerdotes que fueron formados y parte del entorno de Fernando Karadima, un sacerdote elitista culpable de abusar a menores en la parroquia del Bosque en Chile. Uno de los acusados como cómplice y alumno de Karadima, es Juan Barros, pastor de Osorno, quien fue nombrado como obispo de esa diócesis en el 2015 por Francisco, a pesar de que un grupo de fieles pidió a las autoridades eclesiales que sea separado de la Iglesia chilena y sea convocado al silencio.
Mañana el Sumo Pontífice irá a la ciudad de Temuco, región de La Araucaní donde se encuentra el pueblo Mapuche y grupos relacionados al terrorismo que reclaman las tierras ancestrales y su autonomía.
Ya son seis los templos quemados y atacados en Chile que critican la venida del Papa Francisco al país. Algunos inclusive dejaron mensajes contundentes: “Papa Francisco, las próximas bombas serán en tu sotana”.