El joven Richard Pereira fue víctima de “gatillo fácil” el año pasado. A las 4:45 horas del sábado 13 de agosto de 2016, el joven de 25 años de edad abordó su automóvil para prestárselo a su padre. En un momento, al llegar a 21ª Proyectadas y Brasil, se percató de que una patrullera lo seguía con las luces apagadas. El suboficial Jhonnie Orihuela disparó al joven en la nuca en presencia del entonces jefe de la Comisaría 4ta Metropolitana Jorge Zárate. Para eludir la investigación los uniformados plantaron evidencias que luego fueron refutadas por el Ministerio Público. El primero fue quien disparó a Pereira y el segundo firmó el falso informe policial sobre el incidente sucedido.
La familia de la víctima había expresado su preocupación debido a la existencia de la probabilidad de que ambos ex policías sean beneficiados con la medida de prisión domicialiaria, solicitud hecha por la defensa de los acusados.
El padre del joven víctima de este caso de “gatillo fácil”, también de nombre Richard Pereira, expresó en comunicación con La Unión R800 AM su alivio al saber que el Tribunal ratificó la prisión de ambos ex uniformados.
Comentó que el Comandante de la Policía Nacional es quien se está encargando de los pagos de fisioterapia del joven Pereira. “En el presupuesto de la Policía Nacional figuran G. 800 millones para daños que produzcan uniformados, pero nadie sabe dónde está esa plata”, aseveró.
Con respecto a la salud actual del joven Richard Pereira, señaló que de las axilas para abajo no tiene sensibilidad. “Él es incapaz de secarse solo, de orinar solo”, expresó, agregando que de todas maneras la víctima de “gatillo fácil” continúa trabajando como técnico de celulares y que prácticamente él mantiene la casa.
“Mi hijo no puede ver un policía”, manifestó el padre de la víctima.