“Me falta un paso más. Tengo que ver si es que puede presentar una denuncia por prevaricato contra estos sinvergüenzas”, dijo Nissen en diálogo con La Unión Hace La Fuerza a través de Unión TV y radio La Unión.
Indicó que hay dos cuestiones: “si bien el estado me pagaría lo que me debe, tienen que pagar los responsables de esta sentencia prevaricadora”. “Ya hablé con el procurador y le dije que busque la forma de hacer la fórmula de reposición de pago. Que le cobren a esos sinvergüenzas”, dijo.
Añadió que buscará si penalmente hay alguna posibilidad de castigar a esos mismos miembros del Consejo de la Magistratura que lo removieron del cargo. “Me dicen que está prescripto el caso, pero estamos hablando de derechos humanos, que son imprescriptibles. Tengo que estudiar bien para saber si algún magistrado se anima a recibir esta causa”, expuso Nissen.
En otro orden, manifestó que “no iba a morir tranquilo si no borraba esa sentencia de mi cabeza y de los registros públicos”. “Cuando uno es removido del cargo, los antecedentes van a todos los sectores públicos y yo no voy a permitir que un grupo de delincuentes manche mi nombre por mal desempeño de funciones”, expresó.
El argumento de los integrantes de la Corte IDH señala que fueron violadas la garantía del juez imparcial, la protección judicial, el derecho a permanecer en el cargo en condiciones de igualdad y el derecho a la estabilidad laboral. El fallo fue en mayoría, ya que cinco miembros votaron por la condena y dos, no.
Nissen había sido destituido del Ministerio Público tras imputar en el 2002 al mismísimo entonces presidente de la República, Luis Ángel González Macchi, por compra de vehículos robados. El caso implicaba a varios altos funcionarios del Poder Ejecutivo. Fue destituido poco después por el Consejo de la Magistratura, presidido en ese año por Óscar González Daher.