Las personas que realizan sus actividades al aire libre, ya sea por causa ocupacional (laboral), recreativa u otros, sea de manera parcial o de forma permanente, están expuestas a radiación ultravioleta de origen solar, sin que, en la mayoría de los casos, se adopten las medidas de protección adecuadas.
La radiación solar ultravioleta se clasifica en tres componentes de acuerdo a la longitud de onda, pero las distintas capas atmosféricas solo permiten que llegue a la superficie del planeta radiaciones en el rango del UVA (90%) y UVB (10%).
Para la evaluación e información a la población, se desarrolló mundialmente una práctica herramienta, el Índice Ultravioleta Global (UV), el cual permite aproximarse a la exposición de las personas a la radiación ultravioleta proveniente del sol y, al mismo tiempo, permite de manera sencilla la información y la interpretación por parte de la población, con el objeto de educar y practicar conductas de protección personal.
La radiación ultravioleta asociada a la exposición al sol, habitualmente es de una magnitud tal, que se pueden producir efectos perjudiciales para la salud de las personas y trabajadores sin la protección o conductas adecuadas.
El daño agudo y crónico que provoca la radiación ultravioleta sobre la piel, ojos y el sistema inmunológico de las personas está directamente relacionado con la intensidad de la radiación, el tiempo de exposición y con características de la piel de cada individuo.
Los efectos a nivel de piel son: eritemas, quemaduras, fotosensibilización, envejecimiento de la piel y e incrementa el riesgo al cáncer de piel, además de un efecto inmunosupresor sobre la piel.
A nivel de ojos, puede producir queratoconjuntivitis actínica, pterigion y cataratas.
Para evitar y disminuir estos efectos, deben implementarse programas que combinen adecuadamente los siguientes elementos:
- Uso de elementos naturales o artificiales para producir sombra (sombrillas, por ejemplo).
- Uso de elementos de protección personal adecuados: cremas con filtros solares, anteojos o gafas con protección UV, protección para la cabeza (gorro, casco, sombrero, quepis), ropas de protección UV.
- Entrenamiento del trabajador para el cuidado requerido ante la ola de calor y la exposición al sol.
Estos programas de protección deben realizarse en función al Índice UV Global medido ambientalmente, los valores mayores a 10,4 son de categoría extrema. De acuerdo con los datos nacionales, el índice UV se encuentra por encima de 13 en nuestro país.