A consecuencia de la última masacre en Texas, otra en un instituto, como hace tres meses en Parkland (Florida) sin que los políticos hayan hecho nada para evitar estas situaciones, el vicegobernador texano Dan Patrick ha provocado consternación por una de sus reflexiones. Sugirió que el problema radica en un “exceso de puertas” en los edificios. “De haber una sola entrada para los estudiantes, tal vez el pistolero habría sido neutralizado”, subrayó.
Según los testigos, el pasado viernes por la mañana Dimitrios Pagourtzis abrió fuego en una clase de arte de su escuela de secundaria de Santa Fe, estado de Texas, al grito de: “¡Sorpresa!” y añadió en su irrupción “la van a pagar”.
Cargaba una pistola y una escopeta, que su padre, admirador de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), compró legalmente.
Provocó diez muertos. En la lista figura Sabika Sheikh, a la que le quedaba un mes para regresar a su casa, a Pakistán, tras cumplir un programa de intercambio del Departamento de Estado para mejorar las relaciones de Estados Unidos con el mundo musulmán.
Según informes policiales locales, Pagourtzis, de 17 años, reconoció su culpa y confesó su intención de perpetrar un “baño de sangre”, manifestó no tener coraje para suicidarse y dijo que no quiso matar a ninguno de sus amigos o conocidos para que así “pudieran explicar su historia”.
Con información de EL MUNDO.