“Que un niño de 6 años esté jugando Free Fire, que no es un contenido para un niño de esa edad sino para mayores de 15, no significa que el niño va a salir a matar a garrotazos a cualquier persona, pero si lo hace, lo que significa es que detrás de ese niño hay toda una patología con escenario de violencia y eso es lo que nos preocupa, que cada día que pasa el acceso de edad para los chicos baja”, expresó Gaspar en diálogo con La Mañana De Unión por Unión TV y radio La Unión.
En ese orden, dijo que los chicos que han tenido vinculación con tiroteos y otros hechos violentos no tienen que ver con los videojuegos de por sí, sino que “en el juego, al ser multijugador, conocen personas que tienen los mismos o más problemas o tienen contacto con reclutadores”. “Ahí de nuevo tenemos el problema de sobreexposición a contenidos que ellos no pueden manejar y que están solos para poder afrontarlos”, expuso el experto.
Indicó que en los últimos años se ha degradado el proceso cognitivo y en el aprendizaje de los chicos por culpa del mal uso de la tecnología. “Reemplazamos a una niñera física por una niñera digital, con un contenido que es altamente nocivo”, afirmó.
Gaspar explicó que el acceso a la vida digital no debe darse antes de los 7 años con un periodo no mayor a media hora por día. Luego de edad, entre los 8 y 12 años hasta dos horas por día con intervalos.
“Como sociedad, después de lo ocurrido, es tiempo que nos sentemos a ver esto y a incluir contenido desde el jardín de infantes, para que nuestros nenitos más chiquitos sepan cómo cuidarse en internet y reconocer sobre todo cuando conviven con personas que pueden tener este tipo de arrebatos”, aseveró.
Antecedente
Un adolescente de 16 años asesinó de varias puñaladas a la directora del colegio San Gervasio, de la ciudad de Independencia, Departamento de Guairá, en hecho sucedido este martes por la tarde. La víctima fue identificada como Sofía Concepción Rodríguez de Cristaldo, de 44 años.
El victimario fue detenido por la Policía Nacional unas horas después cuando se desplazaba a bordo de una motocicleta en la ciudad de Villarrica, capital departamental.