La compañía suiza Swiss Alpin Air ha empezado a exportar aire de los Alpes, proporcionando de esa forma aire limpio a clientes que viven en las ciudades más contaminadas del mundo.
“Nosotros ya exportamos agua de los Alpes, chocolate y queso. ¿Por qué no exportar nuestro aire limpio también? Es el mejor aire del mundo”, explican los autores del proyecto. “Hace más de 40 años la gente levantaba las cejas al oír hablar del concepto de agua embotellada”, argumentan.
Los fundadores de la empresa precisan que sus clientes principales están en China y en la India y que la compañía incluso ya planea abrir una sucursal en Pekín. La empresa tampoco descarta entrar en el mercado europeo, ofreciendo su producto a los viajeros del metro de Londres, como subraya Danny Wurr, director general de Swiss Alpin Air.
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Para su exportación el aire es comprimido en un bidón de 7 litros de volumen que los clientes podrán usar como aerosol, respirando el contenido del recipiente a través de una mascarilla facial. El precio de este depósito, con capacidad para más de 120 bocanadas cada uno, es de 21 dólares.