Partamos del inicio: Jorge Rafaat, el empresario exitoso en Paraguay pero peligroso narcotraficante en Brasil, fue asesinado cuando caía la noche de ayer por un grupo de matones a sueldo, quienes lo interceptaron cuando conducía su camioneta Hummer blindada en pleno centro de la ciudad de Pedro Juan Caballero.
Los sicarios le cerraron el paso con una Ford 250 y dos Toyota Hilux, abrieron fuego de inmediato contra el vehículo a prueba de balas, apuntando directamente al lado del conductor, demostrando que el objetivo claramente se llamaba Jorge Rafaat Toumani.
La víctima iba escoltada por otros vehículos en los cuales se desplazaban sus (según informes) 15 custodios, quienes tímidamente intentaron repeler el ataque, fracasando ante el fuego de la ametralladora antiaérea calibre .50 que atravesó como si fuera un papel toda la estructura blindada de la Hummer.
POST ASESINATO
Aquí comienzan los cuestionamientos. Apenas conocida la noticia, desde la ciudad brasilera Ponta Porã, arriban dos tanques de guerra militares y vehículos blindados que se colocan a 50 metros del límite con nuestro país, cerrando sus fronteras a modo de prevenir que los sicarios escogieran al vecino país como ruta de escape.
¿Y nuestras autoridades? Desde el Ministerio del Interior nunca salió una orden para que un contingente de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) llegue hasta el lugar a reforzar el operativo que realizaban limitadamente los efectivos policiales de la zona.
Horas más tarde comunicaron que todos los efectivos policiales se encontraban acuartelados en sus destacamentos, aseguraron que buscarían a los responsables, pero en realidad dos locales comerciales pertenecientes al en ese momento ya fallecido Jorge Rafaat, fueron atacados a metrallas.
En la madrugada y por segunda vez, informaron que los mismos locales fueron nuevamente blanco de criminales, quienes utilizaron bombas molotov e incendiaron los puestos de venta. Aparentemente los rigurosos controles y el “acuartelamiento” anunciado no bastaron, o los atentados eran cometidos por invisibles armados.
LAS AUTORIDADES
Informaciones preliminares del médico forense ya en el día siguiente de lo ocurrido hablaban de sólo una persona muerta (Jorge Rafaat) y 4 personas heridas quienes serían los custodios del asesinado. Sin embargo en las fotografías tomadas en el hecho, se puede observar en el vehículo de los sicarios uno de los asientos bañados en sangre. Por lo menos un matón fue herido de gravedad, no sólo custodios de Rafaat.
A partir de allí nos preguntamos ¿Por qué las autoridades no hablaron al instante de un quinto herido?.
Informaciones posteriores confirmaron que el misterioso herido fue trasladado hasta la capital del país, para recibir atención en un hospital privado.
Se trata de Sergio Lima Dos Santos, ex soldado del Ejército de Brasil y supuesto integrante del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC) con el cual habría tenido contacto Jorge Rafaat.
Por tal motivo no se descarta que se trate de un autoatentado de la agrupación, encabezado por el preso en Tacumbú Jarvis Chimenes Pavão. Se suma a la sospecha que tras el asesinato se pidió mayor seguridad en el penal.
NIEGAN IMPLICANCIA DE JARVIS
La Dra. Laura Casuso, abogada de Jarvis, argumentó que la relación entre Chimenes Pavão y Jorge era optima, pero ante los rumores de que había sido muerto uno de los hijos de Pavão a manos del vástago de Rafaat (hecho desmentido), la letrada clamó por más seguridad en el penal de Tacumbú para su cliente, temiendo a una serie represalias por “confusiones”.
Según la abogada los narcotraficantes tendrían el poder necesario como para atentar contra la penitenciaría, afirmación que nunca gozó de mucha credibilidad y en Pedro Juan Caballero sus declaraciones fueron tomadas como una herramienta de prevención y un intento de sacar los ojos de encima de Chimenes Pavão.
Fuentes confiables alegan que el asesinato pudo haberse debido a una puja por el poder dentro del PCC, teniendo este grupo a varios líderes -uno de ellos Pavão- y otro emergente en el poder, Jorge Rafaat. Esta teoría es reforzada tras la detención de Sergio Lima más otros 7 sindicados, en su mayoría vinculados al PCC y contratados desde Río de Janeiro para cometer el crimen, de igual modo todos “tienen los días contados”.
Por el momento todos permanecen detenidos y en la Fiscalía se les tomará declaración en calidad de testigos, caso contrario se los imputará por abstenerse a declarar.
A fin de cuentas en Pedro Juan Caballero hablan de que apenas sean liberados serán ajusticiados por la mafia “siempre es así, eso ya está”, dicen.
Imágenes del circuito cerrado demuestran que los mismos custodios abandonan a Rafaat en el momento del ataque, los más fieles efectuaron inocentes disparos antes de sumarse a la huída de sus demás compañeros. ¿Cómo fue herido Sergio Lima?.
NULA RESPUESTA DEL EJÉRCITO PARAGUAYO
Poco o nada aportaron las declaraciones del ministro de Defensa, Diógenes Martínez, quien aseguró que lo sucedido no es de competencia de las Fuerzas Armadas y que por tanto no intervendrán. El secretario de Estado pasó por alto que están ingresando a nuestro país criminales portando armas de guerra y se vuelven a escapar como si nada, aún así, sigue estando fuera de la competencia del organismo que debe velar por la seguridad de nuestra nación.
MOTIVO DE LA MOVILIZACIÓN BRASILERA EN LA FRONTERA
Pobladores aseguran que la información de que se estaba gestando un atentado era de público conocimiento: “aunque no se sabía dónde ni cuándo”, por eso el ejército brasilero había montado guardia cerca de la frontera y en el momento de lo ocurrido acortaron distancias de inmediato.
SITUACIÓN ACTUAL Y CRÍTICA A LAS AUTORIDADES
En este día las actividades en Pedro Juan Caballero volvieron a normalizarse, afirman medios locales.
El país se estremeció más que la propia ciudad, otro hecho similar no parece cercano a ocurrir pero mencionan que: “Estamos esperando la verdadera matanza, va a haber respuesta. La intensión por ahora fue descabezar un grupo”, extraña e intrigantemente esto “tranquiliza” a los lugareños.
El operativo de la policía local nunca estuvo a la altura de lo ocurrido. El triste accionar es apañado y acompañado por el comportamiento torpe del ministro del Interior, Francisco José De Vargas.
Esperemos que el titular de la cartera de Defensa Nacional, se dé cuenta de que a pesar de ser un problema “privado” esto implicó el libre tráfico de armas, más una entrada y salida ilegal de personas quienes rociaron de bala una ciudad paraguaya y se volvieron a ir, todos excepto las “carnadas” de la mafia.
Esto fue una tocada de oreja a nuestro país, porque denota la vulnebilidad y lo corrompible que son nuestros controles. Si intervenir en esto no compete a la labor del Ministerio de Defensa, como nación estamos con la muy guardia baja.
Estamos en el país donde robar una gallina es penado con cárcel; pero irrumpir ilegalmente en la frontera, portando armas de guerra y cometiendo asesinatos con trasfondo en el narcotráfico simplemente no forma parte de las ocupaciones de las autoridades. En fin: Ahora, ¿quién podrá defendernos?
- Por Carlos Flecha.