Las asociaciones y cámaras de negocios formales del Paraguay solicitaron al Ministro de Salud, Julio Mazzoleni, una audiencia con el motivo de la instalación urgente de una mesa para alcanzar un consenso de las medidas más efectivas que se deben tomar para prevenir el virus y dinamizar de vuelta la economía y el comercio minorista.
La razón se debe al nulo control que reciben los negocios informales que se dedican a la venta de bebidas alcohólicas de origen de contrabando, lo que genera un grave daño a los negocios formales que se ven obligados a cerrar o, en muchos casos, a la dolorosa realidad de tener que suspender o prescindir de colaboradores, generando un impacto económico y social a un sector importante de la población, sostienen.
En el contexto de la restricción horaria establecida en el Decreto del Poder Ejecutivo Nº 4.455, que limita la venta y el expendio de bebidas alcohólicas hasta las 22:00 horas, es de público conocimiento y de gran difusión en las redes sociales, un auge inusitado de venta en lugares físicos que incumplen las reglas, además de ventas por teléfono, WhatsApp y delivery a cualquier hora de la noche y madrugada sin ningún tipo de control ni sanción por parte de las autoridades encargadas de hacer cumplir el decreto, refieren.
En la mayoría de los casos estos productos son comercializados de forma ilegal, sin ningún tipo de cumplimiento de las normativas ni el pago de los impuestos correspondientes, con lo cual no solo dañan a los negocios formales sino a toda la población paraguaya, incluyendo a las arcas del Estado.
“Con las restricciones, se produce una migración hacia sectores informales que no cumplen ninguna normativa de salubridad. Por eso, queremos sincerar el tema relativo a la formalidad y la informalidad, poner sobre la mesa y que se analice. Queremos que se pueda seguir vendiendo bebidas luego de las 22 horas, evitando que crezca esa informalidad”, afirmó Alberto Sborovsky, presidente de la Cámara Paraguaya de Supermercados (CAPASU), en contacto con La Unión.
El pedido se produce en el contexto de un creciente nivel de contrabando que está causando grandes pérdidas para los fabricantes e importadores nacionales, que se ven afectados por una disminución importante en sus volúmenes a causa de la gran desventaja comercial a la que se enfrentan.