Por esa razón, los socios de la cooperativa mencionada llevan a cabo una protesta desde esta mañana frente a la sede del Instituto Nacional del Cooperativismo (INCOOP).
Natalia Martínez, una de las socias afectadas, narró que construyeron sus viviendas a través de créditos otorgados por la SENAVITAT. En este sentido, dijo que los socios pagaban sus cuotas mensuales referentes a estos préstamos a la cooperativa, que se encargaba de administrar el dinero. Sin embargo, estos abonos, asegura, nunca llegaron a la entidad estatal.
Expuso que hubo dos proyectos que incluían en total G. 3.600 millones, encontrándose un faltante de G. 2.600 millones. En este orden, señaló que el primero de estos consistía en la construcción de 40 casas, pero no fueron terminadas. Así mismo, dijo que en el segundo de estos proyectos “solo llegaron las viviendas al 50%”.
Martínez afirmó que, ante el problema, los socios afectados se encuentran en proceso de juicio hipotecario.
Por lo expuesto, reclaman intervención de las autoridades del INCOOP, cuestionando a esta institución por permitir que “Táva Rory” funcione a pesar de las irregularidades.