Vera dijo que hay 11 mil reclusos, de los cuales 400 son menores y 600 son mujeres. El resto son hombres.
Señaló que la mayoría de los menores pertenecen a familias disgregadas y fueron abusados y que existen dos tipos de reos, el que quiere cambiar y el que empieza a rebelarse dentro del la cárcel.
El director mencionó que ellos reciben ayuda espiritual y educativa, en el 2014 se entregaron 40 certificados de culminación de Bachillerato.
“Muchas veces salen del penal, y no saben qué hacer después de estar 15 a 20 años en reclusión”, refirió.
Comentó el crack fundió la vida de muchos jóvenes y que hay madres llorando piden que no suelten a sus hijos.
Sostuvo que la educación y el trabajo son bases para disminuir la delincuencia.