“Hace un año un grupo de compañeros nos reunimos en San Lorenzo para defender nuestros derechos”, rememoró Ramón Rodríguez, quien ahora es Secretario General y cofundador del Sindicato de Guardias Privados. Él y otros 4 más, fueron despedidos luego constituirse.
“Ser guardia privado implica trabajar 12 horas al día, cobrando solo por 8”, lamentó explicando que trabajan feriados y domingos, sin percibir la remuneración establecida en el código laboral paraguayo.
Además, citó casos en los que deben pagar sus uniformes y están haciendo guardia en lugares “inhumanos”. Él y otros compañeros más que conformaron el primer Sindicato de Guardias Privados, fueron echados sin justificación de sus respectivos trabajos, “a pesar de ser personas responsables y capaces”, agregó.
Sostuvo que cuando algunas empresas tuvieron conocimiento de que se estaban constituyendo, les despidieron sin justificación. “Ni siquiera tuvimos el tiempo de hacer nuestro sello”, reclamó, haciendo alusión a que apenas fueron reconocidos empezó la persecución sindical.
“Actualmente se convocó a una audiencia de conciliación con la empresa SIT para que podamos ser reintegrados a nuestro trabajo, por lo menos los que no hemos recibido nuestra indemnización”, manifestó el sindicalista.