Durante las operaciones en la zona, se localizaron dos campamentos con su infraestructura logística y aproximadamente ocho hectáreas de cultivos de marihuana en diferentes etapas de crecimiento.
El procedimiento permitió la erradicación de 24.000 kilos de la droga, además de la destrucción de 100 kilos de marihuana ya procesada.
El impacto económico de lo incautado y destruido se calcula en unos 720.000 dólares, representando un duro golpe para los traficantes locales.