“Sabíamos que esto iba a pasar. Todo lo que dijimos que iba a pasar está sucediendo”, expresó Mancuello en contacto con La Unión, en referencia a que en todo momento reclamaron al anterior gobierno estudios socioeconómicos, ambientales y viales, pero nunca fueron oídos.
“Hace tres años nos trataron de locos, que éramos antipatriotas, pero nunca analizaron si era verdad lo que decíamos y acá está el resultado”, cuestionó Mancuello, recordando que desde el principio criticaron la mala planificación del proyecto.
Indicó que 195 comercios se han visto obligados a cerrar debido al perjuicio económico que ocasionaron las obras. Los locales van desde inmediaciones del campus de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) hasta Calle Última.
Anunció que el lunes próximo frentistas irán hasta la sede del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de modo a solicitar una audiencia para encontrar soluciones. “Que nos comuniquen todo lo que se decida, y lo que más pedimos es que nos solucionen nuestra avenida, más ahora que se viene fin de año”, reclamó la comerciante.
Las autoridades del MOPC se reunieron este jueves con los abogados de la contratista, quienes llegaron desde Portugal y manifestaron que Mota Engil ya no tiene intenciones de seguir con las obras y que desean abandonar el país.
Mota Engil apenas concluyó cerca de 900 metros de las obras, habiendo empezado a trabajar a finales del 2015. Algunas zonas quedaron “como de guerra” por la destrucción de la ruta Mariscal Estigarribia.