“Esto sucedió el sábado a las 22:55 y fue realmente inesperado. Estaba volviendo a mi casa, que está en el km. 9. Es un trayecto que lo hago todos los días. En zona de la terminal, hay una lomada y ahí frené como para pasarla y cerca de ahí veo de reojo a una silueta, pensando que era algún borracho. Esquivo a la persona girando un poco hacia mi izquierda y, en ese momento, siento el impacto en el parabrisas y un golpe fortísimo en el pecho”, relató Almada en diálogo con Todas Las Voces.

En ese orden, dijo que se detuvo un momento sobre la banquina debido al shock. Luego vio por el retrovisor, pero ya nadie estaba. “Pensé en retroceder, pero preferí volver a casa lo más rápido posible”, dijo, tras lo cual informó a su familia lo que ocurrió para posteriormente “con mi primo agarramos otro vehículo y fuimos a buscar comisarías” para realizar la denuncia. Sin embargo, no pudo hacerlo porque “primero fuimos a la del km 9, que era a la que le correspondía, pero no tenían luz. Luego fuimos a la del km 10, pero me dijeron que eso correspondía a la del km 9, justo donde no había luz. Fue allí donde, tras comentarles lo que me pasó, me dijeron que es un nuevo modus operandi para asaltar a los conductores”, señaló Almada, aunque le aclararon que hacia esa zona (la de la terminal) es la primera vez que sucede.

El joven criticó que en una zona tan importante como la de la terminal de ómnibus de Ciudad del Este no haya buena iluminación que garantice una circulación segura durante la noche.

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