Las bolsas europeas se desplomaron este lunes en la apertura después de que Grecia ordenara un corralito por el temor de que el país salga de la zona euro.
En París, a las 10:15 horario GMT, el CAC-40 pierde 3,29 por ciento; y en Frankfurt, el Dax cede 3,18 por ciento. A su vez, Londres registra una pérdida del 1,59%, mientras que en Madrid el Ibex-35 de Madrid cae el 3,75 por ciento. Asimismo, Milán pierde 3,54%, mientras que Lisboa se desploma el 4,49 por ciento.
El mercado de la deuda también se vio afectado, y la tasa de los bonos de deuda griega a diez años aumentó hasta 14,574%, un récord desde 2012.
En España, la tasa de los bonos a diez años subía hasta 2,720% pocos después de las 06:00 GMT frente al 2,150% del viernes al cierre. La tasa de Italia subió, por su parte, a 2,598% (frente al 2,110% del viernes).
La Bolsa de Atenas, que este lunes no funcionó, permanecerá cerrada hasta el 6 de julio inclusive y reabrirá el martes 7 de julio, al igual que los bancos, anunció el lunes la comisión griega del mercado de capitales.
“El mercado permanecerá cerrado durante todo el período de cierre bancario” decidido por el Gobierno, señaló la comisión al término de una reunión del consejo de administración de la bolsa de Atenas.
El gobierno griego adoptó el domingo una serie de medidas de control de capitales para proteger el sistema bancario nacional.
Las medidas fueron la consecuencia a la decisión del parlamento griego de organizar un referéndum el próximo domingo 5 de julio para que los ciudadanos decidan si aceptan o rechazan la última propuesta de los acreedores.
Tras ese anuncio, el gobierno griego solicitó a los acreedores -la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI)- una extensión del programa de ayuda a Grecia que expira el 30 de junio. Pero la petición fue rechazada y llevó al Banco Central Europeo (BCE) a no prorrogar la ayuda de urgencia a los bancos griegos.
Grecia, cuyas reservas están casi agotadas, debe reembolsar el martes 30 de junio 1.500 millones de dólares al FMI. Es muy probable que el Gobierno no efectúe el reembolso y que, de hecho, entre en default.