“Su familia acudió de urgencia a la unidad de salud familiar más cercana por un cuadro de dificultad respiratoria aguda. La tía que estaba como encargada nos relata que estaban comiendo caldo de pescado y de repente el niño empezó a presentar signos de asfixia parcial. Le derivamos directamente al Hospital Regional de Caacupé para hacerle una placa de tórax inmediatamente y de ahí ya le trajimos al INERAM. Llegó estable, con oxígeno, y ahí nos topamos con la sorpresa de que literalmente tres vértebras con sus respectivas espinas estaban atravesadas en la laringe y en la tráquea”, dijo Carlos Morínigo, neumólogo del INERAM, en conversación con La Mañana De Unión por Unión TV y radio La Unión.
Explicó que al chico se le practicó una broncoscopia y luego se procedió al retiro de la columna del pescado “atascada en la laringe y en la porción superior de la tráquea”.
Resaltó que el hueso del pescado pudo ser extraído sin complicación alguna.