“Son parte de una reconversión de la industria nacional. Estaríamos dejando de depender de la importación de estos productos”, destacó Portillo en diálogo con La Unión.
En ese orden, señaló que se está conversando con el sector metalúrgico de nuestro país para la fabricación local de camas hospitalarias.
También dijo que importantes donaciones de Estados Unidos y Taiwán sumarán para el combate al coronavirus.
Por otro lado, el viceministro indicó que se llevaría adelante un proceso de “rescisión parcial” del contrato firmado con las empresas IMEDIC y Eurotec, ya que estas solo lograron cumplir con una parte del documento, específicamente en lo que refiere a mascarillas N95, protectores faciales y trajes de bioseguridad.
“Eran varios los ítems relacionados a los insumos, se puede hablar de un proceso de rescisión parcial”, aseveró Portillo, indicando que aunque se cumplió en lo que refiere a mascarillas y trajes de bioseguridad, no ocurrió lo mismo con el compromiso referente a camas hospitalarias y protectores oculares.
Recordó que hoy vence el plazo para la contestación de estos proveedores.
En otro sentido, dijo que el Ministerio de Salud está “analizando fuertemente” los pedidos de centros comerciales e iglesias para operar ya desde la Fase 2. Adelantó que el jueves 21 de mayo se publicará el reporte de cómo fue la Fase 1 de la Cuarentena Inteligente y, en consecuencia, se anunciará qué sectores se reactivarían antes. En el caso de las iglesias y shoppings, estas recién están estipuladas en la Fase 4.
Por su parte, Pablo Seitz, titular de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), dijo que es posible rescindir de manera parcial el contrato firmado entre el Ministerio de Salud Pública y las proveedoras que importaron una parte de la carga de insumos deficientes contra el coronavirus.
Seitz se refirió a la carga de mascarillas, protectores faciales y trajes de bioseguridad que llegaron en la última carga proveniente de China. Indicó que lo correspondiente a camas hospitalarias y protectores oculares, que también figuraban en el contrato, no fue cumplido.
Si la empresa rechaza la idea, podría recurrir a tribunales, según explicó Seitz.