El equipo del gobierno de lucha contra el coronavirus reportó 1.211 muertes por COVID-19, la cifra más alta desde el inicio de la pandemia, y 39.160 casos nuevos. El equipo ha reportado unos 40.000 casos y más de 1.100 muertes todos los días desde finales de octubre.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó el mes pasado que muchos rusos dejaran de trabajar entre el 30 de octubre y el 7 de noviembre. Dio autorización a los gobiernos regionales para ampliar el número de días no laborables si era necesario, pero sólo cinco regiones lo hicieron.
Otras zonas restringieron el acceso a restaurantes, teatros y otros recintos a personas que han completado su vacunación, se han recuperado de COVID-19 en los seis meses anteriores o dieron negativo en las 72 horas previas.
El conteo diario de los nuevos casos y de muertes por COVID-19 se mantenía alto pese al largo periodo festivo. Las autoridades en el Kremlin dijeron el lunes que era demasiado pronto para saber si la medida había tenido el efecto deseado.
El repunte de contagios y muertes en Rusia este otoño se produjo en medio de una baja tasa de vacunación, una actitud laxa de las autoridades a la hora de imponer las precauciones contra el virus y los reparos del gobierno a endurecer las restricciones.
Menos del 40% de los casi 146 millones de habitantes del país están completamente vacunados, a pesar de que Rusia aprobó meses antes que la mayoría de los países una vacuna desarrollada en el país contra el COVID-19.
En total, el equipo gubernamental contra el coronavirus ha reportado más de 8,8 millones de casos confirmados y más de 249.000 muertes en la pandemia.
Sin embargo, los reportes del servicio de estadísticas ruso Rosstat, que contabiliza las muertes asociadas al virus, revela cifras de mortalidad mucho mayores: 462.000 personas con COVID-19 fallecieron entre abril de 2020 y septiembre de este año.
Las autoridades rusas han dicho que su equipo de lucha contra el virus sólo cuenta las muertes en las que el COVID-19 fue la muerte principal y utiliza datos de centros médicos. Rosstat emplea un criterio más amplio para contar las muertes relacionadas con el virus y recibe sus datos de las oficinas del registro civil, donde se completa la inscripción de los decesos.
Con información de The Associated Press.