El frío invernal suele ser una de las excusas más repetidas a la hora de abandonar una rutina fit y la razón perfecta para elegir quedarse en casa. Pese a que no representan un impedimento para el running, hay algunas recomendaciones que es aconsejable seguir.
La licenciada en preparación física y alto rendimiento Claudia Lescano aseguró que “se puede seguir corriendo tranquilamente en invierno”. A pesar de eso, enumeró una serie de precauciones que se deben considerar para que el ejercicio al aire libre, con temperaturas bajas, no repercuta en problemas de salud.
Entrada en calor
Sobre el calentamiento físico, Lescano resaltó: “Da igual que sea en un lugar cerrado o abierto, pero nunca hay que empezar a correr corriendo”.
Luego detalló que la entrada en calor debe tratarse de elongación activa y nunca pasiva: “Me refiero a alcances laterales y frontales, desplazamientos cortos. Como un jugador de fútbol antes de entrar a jugar”.
No abrigarse demasiado
Cuando se presenta la oportunidad de salir a correr en invierno, la primera duda que surge es acerca de la vestimenta. ¿Mucha ropa para no sufrir el frío al comienzo o poca para no sentir el calor después?
La licenciada Lescano recomendó: “Al principio vas a sentir frío, pero una vez que empezás a correr tu cuerpo va a sentir calor. Entonces lo mejor es empezar con remera y buzo y terminar de la misma manera”. De ese modo, se evita la molestia de tener que atarse ropa a la cintura.
Cuidado al terreno
Es importante mantener los pies secos, impedir que el agua ingrese al calzado en los días de lluvia, pero lo principal es prestar atención al suelo por donde se corre y evitar caídas. “Salvo que seas un corredor más profesional y uses diferentes calzado, con suela menos deslizante en días de lluvia, recomiendo tener cuidado al terreno”, añadió la preparadora física.
Siempre estar hidratado
Pese a las bajas temperaturas invernales, “la hidratación es la misma que en días más templados”, según Lescano. De acuerdo al gasto energético que demande la rutina, se recomienda tomar pequeñas cantidades de bebida energética durante y después del running.
El agua no puede faltar bajo ninguna circunstancia porque oxigena el organismo: “Hay una fórmula a tener en cuenta para la vida diaria: tu peso dividido 7 da como resultado el número de vasos de agua que se deben tomar por día”, agregó.
Tener en cuenta el viento
En días ventosos, es preferible correr con el viento en contra al comienzo de la rutina ya que se cuenta con más energía y, a la vuelta, regresar en la dirección del viento porque se empieza a sentir el cansancio.
“El viento en contra es una resistencia que se suma. Cuando te planteás un desafío superador, sirve tenerlo de enemigo”, insistió.
Encontrar la mejor forma de respirar
Pese a que es común leer el consejo de inspirar por la nariz y exhalar por la boca, la entrenadora Lescano lo dejó a criterio del runner: “Cada uno va a descubrir solo la forma cómoda de respirar”.
A su vez, explicó: “Siempre la exhalación es un poco más larga que la inhalación porque cuando los pulmones quedan con un resabio de aire, se puede sentir una puntada a la altura del diafragma”.
Liberación miofascial después de correr
Una vez terminada la carrera, Lescano aconsejó la liberación miofascial en lugar del estiramiento habitual. ¿De qué se trata? “”Ejecutar varios movimientos sobre un rodillo de goma espuma para relajar la fascia muscular en las zonas que después pueden doler”, respondió.
Y concluyó: “Cuando terminás la corrida, primero hay que bajar el ritmo y recuperar el aliento. Ya en casa sí realizar los movimientos con el rodillo”.
Fuente: Infobae.com