Según Cetrapam, unas 9 unidades fueron atacadas “cobardemente” en un acto vandálico en horas de la noche de ayer. Varios ómnibus registraron rotura de parabrisas lo que ocasiona un gasto elevado para la institución. “La reparación de cada parabrisas destruído tiene un costo de unos Gs. 2.500.000”, apuntó.
Agregó que los bándalos se cobijan en la complicidad de la noche, al considerarse un horario propicio porque “no existe nada, y la gente corre peligro”.
Uno de los choferes identificado como Mauricio Ismael Morales Cáceres, sufrió una fractura de maxilar al ser alcanzado por un hierro.”La rotura de la mandíbula de este chofer no tiene precio. El día que tengamos los nombres, nos aseguraremos que vayan sus huesos a la cárcel. Creo que la Fiscalía está haciendo su trabajo”, destacó.