La mujer acusada de cometer el hecho fue identificada como Silvia Mendoza, quien se hizo pasar como funcionaria del hospital y pidió realizar un último análisis a la niña.
Según lo relatado, el padre acompañó a la supuesta enfermera y luego de pasar por varios laboratorios, inclusive fuera del hospital, la mujer mandó al padre a que haga firmar un documento de autorización a la madre, mientras ella se quedaba con la beba. Al volver el hombre, Mendoza había desaparecido junto con la niña.
El fiscal del caso, Gustavo Sosa, señaló que los datos aún son muy preliminares, pero que no se descarta que haya habido complicidad dentro del mismo Hospital Regional, debido a la facilidad con la que Silvia se infiltró entre los funcionarios de blanco y manejaba los datos de la familia afectada.
El agente del Ministerio Público, dijo que fue clave la versión de un mototaxista, quien llevó a la mujer hasta el desvío a Piribebuy. Mendoza le habría pedido prestado el celular al trabajador y realizó una llamada pronunciando “ya le tengo al bebé”.
El hecho llamó la atención del motociclista, sin embargo, no fue hasta volver a Caacupé que se enteró de lo sucedido, pues el caso para entonces ya había tomado estado público.
La menor fue rescatada en buen estado de salud en la ciudad de Piribebuy y Mendoza quedó detenida.