Se trata de una obra de hierro salida del taller parisino Fonderies Du Val D’Osne, la fundición más importante del siglo XIX y parte del XX, adquirida en 1910 por la Junta Municipal de Asunción para ser emplazada en el Paseo del Centenario durante la gestión del intendente Eduardo Schaerer (1908-1911).
“Es un hecho lamentable lo que ocurrió con esta escultura, porque es algo realmente grave” sentenció la Arq. Clarisse Insfrán, de la Dirección de Registro y catalogación de la Secretaría de Cultura.