Docentes elevaron su voz de protesta ya a finales del año pasado, cuando el Ejecutivo vetó el Presupuesto General de la Nación para este 2017, que incluía un aumento salarial para los maestros. Al acercarse el comienzo del año lectivo, los profesionales de la educación presionan con una medida de fuerza que contempla el no inicio de las clases en febrero, como se dispuso, en caso de que no se les garantice una mejora salarial.
Riera señaló que el reajuste salarial se daría a partir de mitades de este año, justificando que de todas maneras, no estaba contemplado que docentes inicien las clases con una nueva reglamentación del pago. “Los beneficios del presupuesto vetado estaban previstos para julio. De aquí a julio todavía tenemos posibilidades de ir mejorando”, dijo.
En contrapartida, el ministro mencionó varios beneficios como la refinanciación de deudas, servicios sociales, blindaje de aguinaldos y acuerdos con casas comerciales, entre otros, que serán ofrecidos a los docentes para evitar que se retrase el inicio de clases. “El reclamo es legítimo (…) pero no con el chantaje y utilizando a los niños como rehenes”, mencionó.
Específicamente, el inicio de clases en instituciones públicas está marcado para el próximo 23 de febrero.