Un estudio reciente publicado en Nature Communications desafía la historia de que la Amazonia fue una zona inhabitada hasta antes de la llegada de los colonizadores europeos.
Un grupo de científicos del Reino Unido y Brasil ha encontrado pruebas de que en la selva amazónica, lejos de los ríos, existieron cientos de pueblos habitados por diferentes comunidades entre los siglos XIII y XVI d.C.
El resultado se confirmó gracias a unas imágenes satelitales, tomadas desde el estado de Mato Grosso, en la frontera con Bolivia. Esta toma reveló la existencia de decenas de extraños geoglifos, de distintas formas y tamaños, que posiblemente se utilizaron en ceremoniales.
En total se descubrieron 81 geoglifos. Cerca o dentro de los mismos fueron encontrados los restos de los pueblos.
Los geoglifos son figuras construidas en laderas de cerros o en planicies, usando la técnica de adición de piedras con tonalidades oscuras de origen volcánico a manera de mosaico.