Barreto explicó que tomó la decisión teniendo dos motivos fundamentales, pero que lo principal fueron las palabras del ministro de Cultura, Rubén Capdevila, quien le manifestó que está disconforme con su manera de administrar el Museo de la Casa de la Independencia y hasta con su figura pública.
“Teniendo en cuenta esto, teniendo dos opciones: quedarme en el ‘freezer’, haciendo fotocopias y esperando algún comisionamiento de acá a un año; o definitivamente renunciar”, expuso en comunicación con La Unión, afirmando que dimitió de su cargo sosteniendo que “le tengo un enorme respeto a la función pública, adonde entré nombrada”.
En ese orden, criticó que Capdevila no le haya comunicado sus disgustos de manera personal, sino a través de otros funcionarios.
Finalmente, Barreto lamentó la decisión ya que ha logrado objetivos en su gestión y dejó otros sin conseguirlos.