Rubén Galeano, uno de los refugiados que llegó hoy de Uruguay, dijo estar contento por regresar con la frente en alto y destacó el trato que le dio el Gobierno del país rioplatense. “Estaremos eternamente agradecidos con los hermanos uruguayos”, expresó el joven que se encuentra imputado por la supuesta fabricación de molotovs la noche del 31 de marzo.
“Con el tema este de los audios se hizo notar que hay una persecución, como nosotros alegábamos”, afirmó, refiriéndose a una de las grabaciones que se escucha un supuesto tráfico de influencias para acelerar imputaciones en la causa que acusa a los jóvenes.
Manifestó que en Uruguay, la jueza hasta se rió cuando leyeron el documento donde solicitaban su extradición. “¡¿Qué esto es?! Esto es imposible de demostrar jurídicamente”, expresó la magistrada, según la declaración de Galeano. Según él, a partir de eso, le dieron mayor credibilidad en ese país, porque “después del proceso con la jueza, se dijo que en el caso nuestro había indicios de que había una persecución”, afirmó.
La comisión de refugiados de Uruguay también les dio recomendaciones y ayudó a tramitar sus documentos durante su estadía. El joven explicó que varios de sus compañeros tuvieron que trabajar para cubrir sus gastos. “Algunos hasta tuvieron que vender carbón”, sostuvo.
Sin embargo, agradeció a los miembros del PLRA que también enviaron dinero para que no les falte nada. “Hasta se realizó una colecta entre diputados, senadores y afiliados del partido”, puntualizó.
Por otra parte, manifestó su indignación ante la gente que le juzga y señala como los culpables de quemar el edificio del parlamento ese 31 de marzo. “Nosotros no quemamos el Congreso”, dijo, señalando que las acusaciones se deben a cuestiones partidarias. “Yo creo que la persecución fue hacía mí porque tengo padres y un padrino que siempre fueron políticos”, opinó.