Ljubetic señaló que el Código Electoral establece que cuando el precandidato de un movimiento fallece, renuncia o tiene una inhabilidad en el periodo en el que fue ya oficializada su postulación por el partido, se rige por lo que estipulan “los estatutos de cada partido o en el acuerdo de concertaciones o alianzas”. Puso como ejemplo a la ANR, cuyo estatuto señala que, si se declina la postulación del precandidato por uno de los motivos mencionados, debe ser “reemplazado por el primer concejal de su lista”. Esto varía dependiendo del partido político, ya que hay otros en los que entre los candidatos a concejales ganadores se ponen de acuerdo para designar al intendentable.
Este paso debe ser comunicado por el movimiento interno afectado al Tribunal Electoral Independiente (TEI) del partido al que pertenece, detallando los datos personales del que sería el reemplazante. Este TEI, a su vez, debe informar al TSJE. Sobre el punto, recordó que aún en este trámite deben cumplirse ciertos requisitos. “Por ejemplo, si el reemplazante tiene 25 años, que es la edad mínima requerida para ser intendente. O puede ser que esa persona tampoco quiera ser intendente, por eso también está la obligación de la aceptación”, dijo Ljubetic.
De todos modos, la foto del precandidato a intendente fallecido seguirá apareciendo en las máquinas de votación de las internas, ya que así fue inscripto. No obstante, será la del reemplazante elegido la que aparecerá en los comicios municipales (a celebrarse en octubre próximo), siempre que gane en las internas y luego se hayan cumplido los pasos establecidos.
Durante la actual campaña electoral, precandidatos a intendentes de diversas localidades, como de San Ignacio (Misiones) y de Tres de Mayo (Caazapá), fallecieron. Ya fueron designados sus reemplazantes. En total, 96 precandidatos a distintos cargos han fallecido.