“Nos preocupa la situación de pacientes que tenemos en espera, que son seis y la mayoría de ellos, menores de 18 años. Son niños y adolescentes. Respetamos la decisión de las personas en cuanto a su determinación de no ser donantes (…) Pero somos nosotros los adultos los que debemos generar conciencia”, dijo Melgarejo en contacto con Enfoque 800 por La Unión.
Subrayó que que la donación es un acto de humanismo y generosidad, destacando que mediante él las personas receptoras pueden salvar sus vidas.