“Lógicamente una vez comenzada la prueba, ya nadie siquiera podía hablar o preguntar nada. Yo solamente lo llamé al Dr. Romero para solicitarle un bolígrafo para continuar con el examen”, dijo Rodríguez en contacto con La Unión, asegurando que al suyo se le había acabado la tinta.
Aunque dijo que está abierto a lo que decida el Consejo de la Magistratura sobre lo ocurrido, Rodríguez aseguró que no copió ni pidió ayuda en el examen, criticando a la misma vez que se lo haya prejuzgado sin saber qué realmente pasó.