“La razón que produce ese contrabando es la distorsión del mercado cambiario que tiene la Argentina. Ese país, con el desequilibrio ya crónico que tiene y que no logra resolver, ha establecido restricciones en su mercado de cambios. La compra de dólares no es libre en Argentina como por ejemplo para comprar dólares de bancos porque tiene que ser con autorización del Banco Central de la Argentina. Los exportadores, por ejemplo, están obligados a liquidar sus exportaciones en el Banco Central al momento en que cobran por esa exportación, este banco se apropia de esos dólares y les entrega pesos a un tipo de cambio. Hoy el dólar está a 241 pesos y el dólar ‘blue’, el de la calle, está a 487 pesos”, explicó Ferreira en diálogo con Francamente por Unión TV y radio La Unión.
Indicó que, ante la restricción y los permisos a los que debe acceder la población argentina para acceder a dólares, es que en los últimos años ha crecido y asentado el dólar “blue”, tipo de cambio paralelo o por fuera de los controles del Banco Central argentino.
En ese sentido, puso como ejemplo justamente el caso de los exportadores: “Un exportador formal transfiere 1.000 dólares al Banco Central, a lo cual este banco le liquida al exportador al tipo de cambio 241, con lo que 1.000 dólares se convierten en 241.000 pesos. Sin embargo, esos mismos 1.000 dólares que un pasero (de Paraguay) que cruza el puente y lo cambia al otro lado en 487 pesos, esto se convierte en 487.000 pesos y se hace el doble la capacidad de compra por ese efecto. Eso es lo que hace que el contrabando tenga tanto éxito, ya que es mucho más conveniente y rentable comprar por esa vía que hacerlo por la vía de la importación formal”.
Ferreira considera que Argentina, más que padecer un inconveniente económico, lo que sufre es un problema político porque la raíz de todos sus problemas es el “déficit fiscal crónico”, por el cual hasta ahora no han tenido la capacidad política de solucionar. “El Estado gasta más de lo recauda. Esto inició en la segunda presidencia de Cristina Kirchner, donde se terminaron los commodities pero siguió con el mismo nivel de gastos y con los ingresos ya sin ser los mismos. Allí se fueron endeudando y endeudando hasta que la deuda llegó a su tope”, dijo.
Aseveró que Mauricio Macri, durante su presidencia, había conseguido un préstamo de US$ 50.000 millones para emparejar ese déficit de manera gradual e ir llegando a un equilibrio, pero no lo consiguió de manera suficiente. “Esto se descompuso después con el actual presidente Alberto Fernández”, afirmó.
En ese orden, el experto dijo que “en tanto y en cuanto Argentina no establezca un control exhaustivo para corregir ese déficit fiscal, no tendrá solución”. “Simplemente la situación seguirá empeorando cada vez más y puede terminar en una grave crisis”, manifestó.