De acuerdo a lo que se ve en el material, que es de ayer jueves, los estudiantes celebraban su “Último Primer Día” de clases, más conocido por sus iniciales “UPD”. Alumnos de un muy reconocido colegio de San Lorenzo circulaban a bordo de un automóvil sentados sobre las ventanillas y encendiendo bengalas, mientras que otros caminaban en medio de la calle.
El suboficial Édgar Quiñónez, del Centro Educativo Policial de San Lorenzo, al percatarse de esto, pidió a los chicos, de forma pacífica y casi paternal, que desciendan del vehículo y que ingresen a su colegio, ubicado a pocos metros del lugar del episodio.
“Van a bajarse íntegramente del vehículo o van a colocarse como se debe. Esta vez se le perdona porque es un festejo, pero bájense o estaciónense y entren a su colegio. Este horario es el horario de clases”, les explicó, de forma tranquila para que se entienda, el suboficial Quiñónez.
En contacto con La Unión, el uniformado explicó que les solicitó a los alumnos esto debido a que, en primer lugar, se encontraban expuestos al peligro del tránsito. “Estaban exponiendo su integridad física y por eso le pedimos que ingresen dentro de la institución para que sigan con esta actividad”, dijo el policía.
Video: Gentileza.
Indicó que los chicos estaban en flagrante delito. No obstante, analizó: “El hecho punible estaba, pero ¿qué es mejor? ¿Llevarles a la comisaría o que ingresen al colegio a aprender? Entonces yo elegí que entren a aprender”, expuso Quiñónez.
El agente afirmó que los estudiantes tienen todo el derecho de realizar este tipo de festejos, pero aclaró que deben hacerlo sin exponerse al peligro. Al respecto, pidió a los padres que cuiden a sus hijos y que no sean permisivos, porque esa es una de las razones por las cuales después “se muestran prepotentes”.
En ese orden, manifestó su intención de que no vean a los policías con miedo. “Queremos que nos vean como un amigo más”, finalizó.