“No hubo un auge de billetes falsos”, aseveró Pizzani en contacto con La Unión, señalando que lo que sí se registraron fueron algunas denuncias aisladas.
Indicó que, ante la detección de algún billete falso, “la persona debe ir al banco para que, luego de ser corroborado, se proceda a su retención”.
En el mismo sentido, aseveró que también la persona debe denunciar ante la comisaría más cercana, donde se procede a su eliminación de circulación.
No obstante, Pizzani señaló que, por lo general, siempre las falsificaciones “son burdas”, ya que al tacto se puede sentir la diferencia con un billete original, además de que no superan pruebas más complejas como sometimiento a luz ultravioleta y otras.
Cuando se trata de cajeros automáticos, señaló que los afectados pueden presentar sus denuncias para pedir el reembolso de la entidad bancaria.