Un ‘pequeño’ repaso periodístico en el departamento de Amambay, específicamente en su capital, Pedro Juan Caballero, da cuenta del territorio que el Estado Paraguayo ha perdido. Los ajusticiamientos son algo cotidiano, al igual que el nulo actuar de la Policía y el Ministerio Público, organismos que se rinden ante el dominio de los narcotraficantes fronterizos.
El asesinato de Ronny, hermano de Jarvis Chimenes Pavão, ocurrido anoche en la ciudad brasilera de Ponta Porá, vecina de Pedro Juan Caballero, estremeció nuevamente los ánimos en ese sector.
Al ser consultado sobre la ayuda que puedan recibir los ciudadanos de parte de la Policía, Pedrozo lamentó la precaria infraestructura con la que cuentan los uniformados para hacer frente a grandes grupos criminales como el Primer Comando Capital o el Comando Vermelho, ligados al narcotráfico.
“¿Cómo van a intervenir, si están mejores equipados los delincuentes que la Policía?”
Unos 600 efectivos están distribuidos en el departamento del Amambay, mientras que las bandas criminales citadas, que gobiernan el lugar, cuentan con decenas de miles de hombres en sus filas.
El comunicador hizo lugar a denuncias de la ciudadanía, que hablan de sobornos a los jefes policiales, quienes se someten a las ordenes de los narcotraficantes.