“El adolescente, para ser aceptado en un grupo, es capaz de hacer cualquier cosa, incluso cosas negativas hacia su persona, su salud e incluso hacia otros”, declara el Lic. Walter Caballero. Expone que esta actitud se observa con mayor frecuencia en aquellos que cuentan con baja autoestima.
Caballero refiere que si la autoestima del joven es baja, es posible que realice cosas para agradar a los demás aunque esto signifique un riesgo a su integridad, con tal de pertenecer a un grupo para sentirse bien.
Según expresa el profesional, los padres deben trabajar en la autoestima de sus hijos desde la niñez. Para afianzarla, el psicólogo recomienda establecer con los hijos:
Comunicación: interesarse por sus actividades, preferencias, amigos y aquellas cosas que le disgusta.
Elogiar sus logros y evitar expresar frases negativas como “sos inútil”, “no servís para nada”, “¿para qué naciste?” o “siempre hacés todo mal”.
Se debe recordarles lo importantes que son; alentarles a mejorar, a tener una mejor percepción de sí mismos y que pueden lograr todo lo que se propongan en la vida si luchan por ello.
Así mismo, se debe crear un vínculo de confianza, donde puedan expresar sin temor a reprimendas lo que piensan, sus temores, frustraciones, sueños y deseos y entiendan que, cuando necesiten, su familia estará allí para apoyarlos.