Un matrimonio en Arabia Saudita llegó a su fin en tiempo récord. El esposo solicitó el divorcio dos horas después de la boda, debido a que su media naranja compartió fotos de la ceremonia con sus amigos a través de la aplicación Snapchat. Este simple hecho provocó la ruptura, ya que suponía el incumplimiento de un punto del contrato matrimonial que habían firmado previamente, informa el diario saudí ‘Okaz’.
Mientras que usar las redes sociales para publicar imágenes de la vida cotidiana y de los acontecimientos importantes se ha convertido en una actividad habitual para millones de usuarios de todo el mundo, la novia saudí no gozaba de la misma libertad. Las ganas de compartir la alegría del momento la llevaron a un desenlace que probablemente no esperaba.
Según el hermano de la mujer, entre los novios había un acuerdo prenupcial que prohibía a la novia utilizar servicios como Snapchat, Instagram o Twitter para la difusión de sus fotos. Al no respetar esta promesa, la acción de la mujer desencadenó la fulminante ruptura. Los familiares de la pareja se dividieron en torno a la drástica decisión del esposo. Algunos señalaron que era una consecuencia lógica ante la violación del acuerdo, mientras que otros criticaron que la medida era demasiado estricta e injusta.
Fuente: RT