El 6 de diciembre, Jalil Rachid envió una nota a la DEA comunicando el fin del programa de cooperación con la Unidad Especial de Inteligencia Sensible Antinarcóticos (SIU) de la Senad.
La noticia desató una crisis en el Gobierno al ser divulgada por The Washington Post. Un día después, las autoridades de seguridad aclararon que se trataba únicamente de una reestructuración. En respuesta, la DEA anunció que realizaría un inventario para dar por terminado el acuerdo.