Además, el presidente enfatiza que Paraguay experimenta las consecuencias del daño causado por las economías más desarrolladas, lo que sugiere una posición crítica hacia las naciones que históricamente han sido responsables de emisiones significativas de gases de efecto invernadero. Esta postura puede reflejar una demanda de responsabilidad y acciones concretas por parte de los países industrializados para abordar los problemas climáticos globales.
El énfasis en la defensa del modelo de desarrollo productivo de Paraguay sugiere que el país busca equilibrar el desarrollo económico con la sostenibilidad ambiental. Este enfoque podría incluir prácticas agrícolas sostenibles, el uso de fuentes de energía renovable y la conservación de los recursos naturales.
La participación en la COP 28 proporciona a Paraguay una plataforma para destacar sus logros, desafíos y compromisos en relación con el cambio climático. La declaración del presidente es una muestra de la importancia que le atribuye el país a la agenda climática global y a su papel como actor responsable en la mitigación de los impactos ambientales.
Fuente: Agencia IP