Ferreira criticó que el Gobierno en su momento haya presentado como algo “bueno” para el Paraguay el acta bilateral, pese a haber firmado a oscuras un documento que evidentemente era malo y atentaba contra las pretensiones energéticas de nuestro país. “Hay temor. No es que tenemos un infundado temor, no es una ciencia ficción sino que nos basamos en algo que ya ocurrió”, aseveró Ferreira en diálogo con La Unión.
En ese orden, para explicar en qué consistía el acta bilateral, lo dividió en dos: Por un lado, el proceso, en el que se le dejó de lado a los técnicos de la ANDE, se negoció directamente con el Brasil y “se acordó lo que ellos (brasileños) querían”.
Por otra parte, habló del texto, en el que no se vislumbra ni un solo punto a favor del Paraguay y sí todo para el vecino país. “Se acordó todo lo que propuso Brasil y básicamente eran dos temas: En primer lugar, la contratación de potencia, que para la ANDE era perjudicial porque le iba a causar entre 200 y 400 millones de dólares de daño y que finalmente se iba a tener que pagar con el cobro de las facturas que a nosotros nos llegan todos los meses”, expuso.
En el mismo sentido, dijo que el otro elemento cuestionable del acta era el manejo del embalse de Itaipú, el cual establecía su “entrega” al Brasil. “No tiene ‘padre’ esa criatura. Nadie sabe de dónde salió esa idea, lo cual ahora indica que nadie se anima a decir que eso es bueno (para Paraguay)”, manifestó el expresidente de la estatal.
Por esta razón, criticó que el mismo presidente de la República, Mario Abdo Benítez, no se haya retractado después de acusar al pueblo paraguayo de ser “pillo y peajero”, cuando se sabía bien que el acta era muy perjudicial para el Paraguay. “Nunca hubo solicitud de disculpas luego de haber sido tratados de pillos y peajeros”, cuestionó.
Ferreira lamentó que las autoridades paraguayas, a solo dos años del momento cumbre, aún no tengan definidos los puntos a ser reivindicados a favor de Paraguay. “Se maneja con mucho secretismo, porque el debate se da muy a oscuras. El procedimiento tiene que ser más abierto, es la alternativa válida que le queda a este Gobierno”, expresó el extitular de la ANDE, afirmando a la misma vez que los implicados en esa acta bilateral carecen de legitimidad para negociar en nombre de nuestro país, en referencia a Federico González, nuevo director de Itaipú. “Alguien está jugando con nuestra capacidad de olvidarnos. Somos muy buenos y demasiado permisivos. Se supone que todos nos vamos a olvidar y que al final permitiremos cualquier cosa”, dijo.
Manifestó que no considera acertado que la Cancillería Nacional encabece las negociaciones del Anexo C, ya que “Brasil le va a salir con 20 cosas como el contrabando, ‘yo te estoy dejando que hagas esto, los reales vienen de esta manera’, así como fue la vez anterior”. “Tenemos que arreglar el país si va a capitanear Cancillería y en tal sentido no veo ningún esfuerzo”, aseveró Ferreira.
Considera que beneficiaría también al Brasil establecer un acuerdo a largo plazo, por ejemplo de 30 años, que garantice la disponibilidad de energía para las siguientes generaciones, no solamente una solución a corto periodo, como lo ofrecía el acta bilateral.
¿Qué es el Anexo C de Itaipú?
Ferreira explicó que el Anexo C del Tratado de Itaipú, a ser revisado en el año 2023, establece las bases financieras y que fue hecho cuando la binacional “iba a tener puras deudas”. “Lo que ahí se dice es que la plata que tiene que entrar a Itaipú debe cubrir ciertos tipos de costos y de alguna forma eso tiene que ser pagado. Eso deja de tener vigencia de por sí en el 2023 en la medida de que se termine de pagar la deuda por dos elementos muy importantes: Primero, que hoy en día el 70% de esa ecuación que está prevista en el Anexo C es a solo efecto de pagar la deuda y el interés que esta genera. Digamos que el elemento genético que hizo que exista, deja de existir. En segundo lugar, cuando eso íbamos a construir una represa nueva. Hoy en día es una represa que ya tiene sus años, por lo cual dentro de los costos de operación debe incluirse una cuota de depreciación”, expuso el expresidente de ANDE. Indicó que el Anexo C deberá estipularse en el 2023 “en base a lo que requieren los nuevos tiempos”.
Pedro Ferreira era el presidente de la ANDE que renunció al cargo en julio del 2019 por rechazar el acta bilateral de Itaipú, catalogado de “entreguista” por atentar contra las pretensiones energéticas paraguayas en la binacional.
El extitular de la estatal acusó al entonces ministro asesor de Asuntos Internacionales Federico González, hoy nuevo director de Itaipu, de haberlo presionado para firmar el documento o dimita si estaba en desacuerdo.
El acta había quedado sin efecto por el Gobierno de común acuerdo con su par brasileño, tras ser asediado por críticas, acusaciones y ante la amenaza de juicio político a Mario Abdo Benítez.